Es la última pistola en incorporarse a la saga de las “75″ producidas por la fábrica checa. Es compacta, cómoda de portar y manejar, precisa y, por supuesto, fiable en su funcionamiento. Además, incorpora novedades interesantes en mecanismos y posibilidades… y acaba de llegar a España.
Texto: Luis Pérez de León / Fotos: autor (salvo indicadas)
* Este artículo incluye 23 imágenes con sus correspondientes comentarios en la edición impresa del número 323.
Hace ahora exactamente un año (ver ARMAS 311) que publicábamos un amplio artículo con las entonces más recientes pistolas de CZ disponibles en nuestro país: la pequeña 2075 RAMI P, la 75 BD Compact P, y la 75 SP 01 Phantom. Todas ellas con la característica común de incluir la letra “P” entre sus respectivas denominaciones, haciendo referencia al plástico empleado para elaborar sus armazones. Han pasado ya nada menos que trece años desde que la fábrica checa (entonces checoslovaca), presentara su primera pistola con armazón de polímero (la CZ 100), con la que sabemos no cubrió las expectativas que seguramente se habían basado en ella, y aunque ese diseño se modificó levemente para dar paso a una nueva versión, tampoco ésta cosechó un mayor éxito comercial. Así las cosas, el calendario marcaba el año 2005 cuando aparecía la segunda CZ con armazón sintético, y ésta se apartaba ya radicalmente del muy personal diseño y concepto que se había aplicado al modelo 100 para convertirse en una auténtica evolución del modelo CZ 75, al menos en lo que a la modernidad de su armazón de plástico podemos referirnos.
Realmente, ha sido en estos últimos años cuando los responsables de CZ han decidido dirigirse con mayor energía hacia estos nuevos diseños, o mejor dicho opciones, que incorporan armazones de polímero, con los que tantas empresas han venido copando un gran porcentaje del mercado, incluido por supuesto el profesional, siguiendo de alguna forma la pauta que hace ya casi tres décadas instauró la austríaca Glock. Las ventajas para el usuario pueden suponer una extensa lista: menor peso, inalterabilidad, mejor control, incluso posibilidades de modificar el tamaño de la empuñadura… Pero también los beneficios pueden verse desde la óptica del fabricante, con un menor coste en el proceso para fabricar cada armazón, menores piezas, modularidad, etc.
No es de extrañar, por tanto, que también la importante empresa que es CZ aborde con cada vez más insistencia esta parcela del mercado, la misma que es a todas luces más destacable por el potencial número de usuarios y hasta por la importancia de los contratos que de ellos pueden derivarse.
Si damos por sentado que ofrecer hoy pistolas “plásticas” es algo casi necesario para la mayoría de las fábricas, la nueva P-07 Duty incorpora también un rasgo mecánico de gran importancia que se ha venido extendiendo, o casi mejor popularizando, en buen número de armas que pueden encuadrarse en esta categoría. Pero además ha habido otra característica que hoy podemos encontrar en gran número de ellas, independientemente de quién las fabrique, y es algo verdaderamente importante que atañe al proceso básico de funcionamiento de estas máquinas, nos referimos al sistema de acerrojado.
Esta pistola CZ, como la inmensa mayoría de las semiautomáticas que disparan un cartucho de cierta potencia, recurre a un método por el que el cañón se mantiene sólidamente unido a la corredera hasta que ésta, impulsada hacia atrás por la presión generada por el disparo, se separa de él para propiciar la extracción y expulsión del casquillo y completar el ciclo en su vuelta hacia adelante (impulsada ahora por el muelle recuperador), introduciendo un nuevo cartucho en la recámara. Este método de acerrojado se ha venido concretando en las CZ 75 mediante uno o varios “semi anillos” mecanizados en el cañón que se introducen en sendos nichos o rebajes tallados en el interior de la corredera. Sin embargo, la pequeña Rami fue la primera de las pistolas de esta marca en adoptar un sistema diferente, pero que cumple a la perfección su cometido y que se ha extendido en gran número de modelos de distintas marcas desde que Sig Sauer lo introdujera en sus modelos. Aquí es un determinado “engrosamiento” de la zona que rodea la recámara el que se mecaniza con un característico perfil cuadrangular, previsto para encajar adecuada y firmemente en la ventana de expulsión, asimismo específicamente tallada. De este modo, lo nueva checa se suma a esa tendencia internacional que se ha impuesto por funcionalidad y eficacia en innumerables armas.
La P-07 Duty -palabra inglesa que se traduce literalmente por deber, y que podíamos aplicar como un arma para el cumplimiento del mismo en este caso-, no incluye curiosamente otra de las características que se han venido imponiendo en los últimos años, como es la posibilidad de que su empuñadura pueda modificar las dimensiones con distintos lomos o hasta otras partes de la misma, como sí hacía, al menos parcialmente, la SP 01 Phantom a la que antes nos referimos. No obstante, la crítica es sólo relativa puesto que la empuñadura de la Duty se confirma como extraordinariamente neutra, cómoda y accesible, resultando quizás sólo un tanto escasa para las manos más grandes. No en vano, en CZ han demostrado que entienden de empuñaduras y baste recordar que la marca consiguió un enorme éxito gracias al diseño de la que se aplicó en la 75 original, que fue tomada como base por otros muchos fabricantes y hasta literalmente copiada por varios de ellos, como de hecho fue la pistola en su totalidad.
En cualquier caso, nuestra pistola de prueba ha pasado por las manos de un buen número de personas, de distintas “tallas”, confirmando una excelente adaptación en prácticamente todos los casos. A ello contribuye especialmente el rebaje en su parte posterior que permite que la horquilla de la mano se integre literalmente en las estructura de la empuñadura, afirmándose en esa posición por la rabera que a la vez la protege perfectamente del movimiento del martillo percutor.
Es de mencionar también el buen efecto conseguido por las diferentes zonas con rayados o texturas en los cuatro planos de la empuñadura, que brindan un agarre eficaz en todos los casos permitiendo manejar el arma con seguridad y cómodamente.
La Duty muestra también un arco guardamonte que puede parecer un tanto desproporcionado en longitud, pero que sin duda se agradece si la pistola se empuña con guantes a la hora de acceder al gatillo.
Precisamente por encima de esa pieza el plástico del armazón tiene también unas zonas cubiertas por unas bandas de textura antideslizante; por una parte pueden ayudar a situar con mayor firmeza y seguridad el dedo índice fuera del gatillo en situaciones de estrés, lo mismo que para apoyar el pulgar de la mano débil en un empuñamiento a dos manos, afianzándose aún más esta posición al abrazar el frontal plano del guardamontes.
Como ya también se ha convertido en norma en la mayoría de las modernas pistolas, la zona frontal del armazón integra un raíl normalizado en el que incluir módulos de iluminación.
En el costado izquierdo se sitúan la palanca de retenida de la corredera y la del seguro. Ambas están muy bien integradas a la estructura del arma, sobresaliendo muy poco para evitar enganches o accionamientos indeseados, pero están muy bien situadas y accesibles y su funcionamiento es suave, beneficiado por superficies correctamente resaltadas para que el dedo actúe sobre ellas con eficacia. Digamos que CZ ofrece también una versión en la que la palanca del seguro funciona como desamartillador, haciendo que el martillo percutor caiga hasta su posición de reposo cuando es accionada.
Si antes comentábamos las excelencias de la empuñadura y del diseño general de la gama de las CZ 75, lo cierto es que su mecanismo de disparo también ha demostrado un excelente rendimiento a lo largo de los años. Aún así, los técnicos checos han modificado este apartado, incluyendo en la Duty un nuevo conjunto de piezas móviles que cuenta con menos elementos, resultando de hecho una evolución que redunda en fiabilidad y sencillez. Lo cierto es que para ser de una arma absolutamente nueva, el disparador de esta CZ mostró desde el primer momento una notable fluidez y hasta suavidad en su funcionamiento. Nos es que se trate de un gatillo “de concurso”, ni debe serlo en un arma de este tipo, pero sí se puede asegurar que la simple acción resulta muy “agradable” y suave (requiriendo sólo en torno a 1,8 Kg de presión), mientras que la doble merece el mismo comentario, aunque resultaba un poco más “áspera” y con poco más de 4,3 Kg. De todas formas, estamos seguros de que el disparador aún será mejor cuando la pistola haya disparado unos cientos de cartuchos.
En nuestro caso, la empresa Aguirre y Cía. nos cedió la CZ junto a 50 cartuchos Winchester, del tipo Win Clean, con punta BEB de 115 grains para realizar la prueba, la cual llevamos a efecto en el polígono. En ella, y al margen de las diferentes ocasiones en las que el arma fue desmontada para comprobar sus diferentes piezas y mecanismos, pudimos corroborar que los cargadores se alimentan con comodidad, que todos los elementos de la pistola funcionaron muy correctamente y que ésta disparó los cincuenta cartuchos sin una sola interrupción en distintas posiciones, con muy diferentes cadencias, y sobre blancos situados a 15 y 25 metros del tirador. Incluimos también algunas series intentando conseguir las agrupaciones más cerradas, donde la nueva 75 nos demostró claramente sus muy buenas posibilidades también en este sentido.
En suma, bien podemos hablar de una “checa para todo”, pudiendo resultar una magnífica opción como arma de uso general o incluso “de servicio”, tal como seguro sus diseñadores han pretendido. •
Texto: Luis Pérez de León / Fotos: autor (salvo indicadas)
* Este artículo incluye 23 imágenes con sus correspondientes comentarios en la edición impresa del número 323.
Hace ahora exactamente un año (ver ARMAS 311) que publicábamos un amplio artículo con las entonces más recientes pistolas de CZ disponibles en nuestro país: la pequeña 2075 RAMI P, la 75 BD Compact P, y la 75 SP 01 Phantom. Todas ellas con la característica común de incluir la letra “P” entre sus respectivas denominaciones, haciendo referencia al plástico empleado para elaborar sus armazones. Han pasado ya nada menos que trece años desde que la fábrica checa (entonces checoslovaca), presentara su primera pistola con armazón de polímero (la CZ 100), con la que sabemos no cubrió las expectativas que seguramente se habían basado en ella, y aunque ese diseño se modificó levemente para dar paso a una nueva versión, tampoco ésta cosechó un mayor éxito comercial. Así las cosas, el calendario marcaba el año 2005 cuando aparecía la segunda CZ con armazón sintético, y ésta se apartaba ya radicalmente del muy personal diseño y concepto que se había aplicado al modelo 100 para convertirse en una auténtica evolución del modelo CZ 75, al menos en lo que a la modernidad de su armazón de plástico podemos referirnos.Realmente, ha sido en estos últimos años cuando los responsables de CZ han decidido dirigirse con mayor energía hacia estos nuevos diseños, o mejor dicho opciones, que incorporan armazones de polímero, con los que tantas empresas han venido copando un gran porcentaje del mercado, incluido por supuesto el profesional, siguiendo de alguna forma la pauta que hace ya casi tres décadas instauró la austríaca Glock. Las ventajas para el usuario pueden suponer una extensa lista: menor peso, inalterabilidad, mejor control, incluso posibilidades de modificar el tamaño de la empuñadura… Pero también los beneficios pueden verse desde la óptica del fabricante, con un menor coste en el proceso para fabricar cada armazón, menores piezas, modularidad, etc.
No es de extrañar, por tanto, que también la importante empresa que es CZ aborde con cada vez más insistencia esta parcela del mercado, la misma que es a todas luces más destacable por el potencial número de usuarios y hasta por la importancia de los contratos que de ellos pueden derivarse.
Siguiendo una buena pauta
Si damos por sentado que ofrecer hoy pistolas “plásticas” es algo casi necesario para la mayoría de las fábricas, la nueva P-07 Duty incorpora también un rasgo mecánico de gran importancia que se ha venido extendiendo, o casi mejor popularizando, en buen número de armas que pueden encuadrarse en esta categoría. Pero además ha habido otra característica que hoy podemos encontrar en gran número de ellas, independientemente de quién las fabrique, y es algo verdaderamente importante que atañe al proceso básico de funcionamiento de estas máquinas, nos referimos al sistema de acerrojado.Esta pistola CZ, como la inmensa mayoría de las semiautomáticas que disparan un cartucho de cierta potencia, recurre a un método por el que el cañón se mantiene sólidamente unido a la corredera hasta que ésta, impulsada hacia atrás por la presión generada por el disparo, se separa de él para propiciar la extracción y expulsión del casquillo y completar el ciclo en su vuelta hacia adelante (impulsada ahora por el muelle recuperador), introduciendo un nuevo cartucho en la recámara. Este método de acerrojado se ha venido concretando en las CZ 75 mediante uno o varios “semi anillos” mecanizados en el cañón que se introducen en sendos nichos o rebajes tallados en el interior de la corredera. Sin embargo, la pequeña Rami fue la primera de las pistolas de esta marca en adoptar un sistema diferente, pero que cumple a la perfección su cometido y que se ha extendido en gran número de modelos de distintas marcas desde que Sig Sauer lo introdujera en sus modelos. Aquí es un determinado “engrosamiento” de la zona que rodea la recámara el que se mecaniza con un característico perfil cuadrangular, previsto para encajar adecuada y firmemente en la ventana de expulsión, asimismo específicamente tallada. De este modo, lo nueva checa se suma a esa tendencia internacional que se ha impuesto por funcionalidad y eficacia en innumerables armas.
La P-07 Duty -palabra inglesa que se traduce literalmente por deber, y que podíamos aplicar como un arma para el cumplimiento del mismo en este caso-, no incluye curiosamente otra de las características que se han venido imponiendo en los últimos años, como es la posibilidad de que su empuñadura pueda modificar las dimensiones con distintos lomos o hasta otras partes de la misma, como sí hacía, al menos parcialmente, la SP 01 Phantom a la que antes nos referimos. No obstante, la crítica es sólo relativa puesto que la empuñadura de la Duty se confirma como extraordinariamente neutra, cómoda y accesible, resultando quizás sólo un tanto escasa para las manos más grandes. No en vano, en CZ han demostrado que entienden de empuñaduras y baste recordar que la marca consiguió un enorme éxito gracias al diseño de la que se aplicó en la 75 original, que fue tomada como base por otros muchos fabricantes y hasta literalmente copiada por varios de ellos, como de hecho fue la pistola en su totalidad.
En cualquier caso, nuestra pistola de prueba ha pasado por las manos de un buen número de personas, de distintas “tallas”, confirmando una excelente adaptación en prácticamente todos los casos. A ello contribuye especialmente el rebaje en su parte posterior que permite que la horquilla de la mano se integre literalmente en las estructura de la empuñadura, afirmándose en esa posición por la rabera que a la vez la protege perfectamente del movimiento del martillo percutor.
Es de mencionar también el buen efecto conseguido por las diferentes zonas con rayados o texturas en los cuatro planos de la empuñadura, que brindan un agarre eficaz en todos los casos permitiendo manejar el arma con seguridad y cómodamente.
La Duty muestra también un arco guardamonte que puede parecer un tanto desproporcionado en longitud, pero que sin duda se agradece si la pistola se empuña con guantes a la hora de acceder al gatillo.
Precisamente por encima de esa pieza el plástico del armazón tiene también unas zonas cubiertas por unas bandas de textura antideslizante; por una parte pueden ayudar a situar con mayor firmeza y seguridad el dedo índice fuera del gatillo en situaciones de estrés, lo mismo que para apoyar el pulgar de la mano débil en un empuñamiento a dos manos, afianzándose aún más esta posición al abrazar el frontal plano del guardamontes.
Como ya también se ha convertido en norma en la mayoría de las modernas pistolas, la zona frontal del armazón integra un raíl normalizado en el que incluir módulos de iluminación.
En el costado izquierdo se sitúan la palanca de retenida de la corredera y la del seguro. Ambas están muy bien integradas a la estructura del arma, sobresaliendo muy poco para evitar enganches o accionamientos indeseados, pero están muy bien situadas y accesibles y su funcionamiento es suave, beneficiado por superficies correctamente resaltadas para que el dedo actúe sobre ellas con eficacia. Digamos que CZ ofrece también una versión en la que la palanca del seguro funciona como desamartillador, haciendo que el martillo percutor caiga hasta su posición de reposo cuando es accionada.
Nuevo mecanismo de disparo: simplificado y eficaz
Si antes comentábamos las excelencias de la empuñadura y del diseño general de la gama de las CZ 75, lo cierto es que su mecanismo de disparo también ha demostrado un excelente rendimiento a lo largo de los años. Aún así, los técnicos checos han modificado este apartado, incluyendo en la Duty un nuevo conjunto de piezas móviles que cuenta con menos elementos, resultando de hecho una evolución que redunda en fiabilidad y sencillez. Lo cierto es que para ser de una arma absolutamente nueva, el disparador de esta CZ mostró desde el primer momento una notable fluidez y hasta suavidad en su funcionamiento. Nos es que se trate de un gatillo “de concurso”, ni debe serlo en un arma de este tipo, pero sí se puede asegurar que la simple acción resulta muy “agradable” y suave (requiriendo sólo en torno a 1,8 Kg de presión), mientras que la doble merece el mismo comentario, aunque resultaba un poco más “áspera” y con poco más de 4,3 Kg. De todas formas, estamos seguros de que el disparador aún será mejor cuando la pistola haya disparado unos cientos de cartuchos.En nuestro caso, la empresa Aguirre y Cía. nos cedió la CZ junto a 50 cartuchos Winchester, del tipo Win Clean, con punta BEB de 115 grains para realizar la prueba, la cual llevamos a efecto en el polígono. En ella, y al margen de las diferentes ocasiones en las que el arma fue desmontada para comprobar sus diferentes piezas y mecanismos, pudimos corroborar que los cargadores se alimentan con comodidad, que todos los elementos de la pistola funcionaron muy correctamente y que ésta disparó los cincuenta cartuchos sin una sola interrupción en distintas posiciones, con muy diferentes cadencias, y sobre blancos situados a 15 y 25 metros del tirador. Incluimos también algunas series intentando conseguir las agrupaciones más cerradas, donde la nueva 75 nos demostró claramente sus muy buenas posibilidades también en este sentido.
En suma, bien podemos hablar de una “checa para todo”, pudiendo resultar una magnífica opción como arma de uso general o incluso “de servicio”, tal como seguro sus diseñadores han pretendido. •
Ficha técnica
• Origen: República Checa.
• Designación: Pistola semiautomática CZ 75 P-07 Duty.
• Fabricante: Ceska Zbrojovka.
• Calibre: 9 x 19 mm Parabellum.
• Capacidad de carga: 16 cartuchos, cargador doble hilera.
• Dimensiones: 185 x 130 x 37 mm).
• Long. Cañón: 95 mm.
• Peso en vacío: 770 gr.
• Importador: Aguirre y Cía. S.A.
• P.V.P.: 665 E. Aprox. (Mayo 2009).
• Origen: República Checa.
• Designación: Pistola semiautomática CZ 75 P-07 Duty.
• Fabricante: Ceska Zbrojovka.
• Calibre: 9 x 19 mm Parabellum.
• Capacidad de carga: 16 cartuchos, cargador doble hilera.
• Dimensiones: 185 x 130 x 37 mm).
• Long. Cañón: 95 mm.
• Peso en vacío: 770 gr.
• Importador: Aguirre y Cía. S.A.
• P.V.P.: 665 E. Aprox. (Mayo 2009).
